Albert Einstein dijo “La imaginación es más importante
que el conocimiento”. Formular preguntas o pronósticos y ver problemas antiguos
con ojos nuevos, identifican el verdadero avance en la ciencia. La imaginación
moviliza al conocimiento: la creatividad genera las ideas, la invención
construye con ellas un prototipo, la innovación lo lleva a la práctica. También
la fuente de la innovación puede ser una idea creativa aplicada al marketing
que haga del invento un negocio.
La creatividad es la fuente de la innovación principal
por la variedad y la multiplicidad. La invención y la innovación se basan en
ella; la invención es altamente creativa pero a menudo poco práctica, sin
embargo la materializa. La innovación suma a lo múltiple de la creación y a lo
concreto del invento, el elemento que les da vida: diseña y transporta a los
mercados productos que satisfacen a la gente.
Las góndolas están llenas de productos con pequeñas
innovaciones. La competencia entre los innovadores genera interrogantes: ¿vale
la pena invertir para ganar poco?, ¿por qué el 80 % de los nuevos productos
fracasa? La investigación de Mercado no debería preguntar cómo mejorar tal o cual
producto, sino orientarse a solucionar esos problemas que al consumidor le
cuesta resolver.
No compramos productos. Otra fuente de innovación es
saber que contratamos soluciones para nuestros problemas. Los clientes, según
Theodore Levitt, no quieren un taladro de un cuarto de pulgada. Lo que quieren
es un agujero de un cuarto de pulgada. La clave es anteponer la solución al
producto, investigando y descubriendo los hábitos del cliente antes que
preguntarle cómo piensa que se puede mejorar. El innovador logra una estrategia
orientada al mercado, que agrega valor.
Como dijo Alan Kay la mejor forma de predecir el
futuro es inventarlo. La creatividad comercial no es como la artística; se
proyecta hacia afuera, si sólo vale para quien la creó no sirve. La idea
comercial es original, crea valor y es viable. No es un acertijo, es
inteligencia aplicada a la realidad.
La cultura innovadora. Es una fuente de la innovación
que asocia las fortalezas con la selección de desafíos importantes. Los grandes
jugadores de la economía son conservadores para arriesgar porque temen perder.
Esta es la oportunidad para que los especuladores de riesgo se asocien con
pequeños innovadores.
La innovación radical o conceptual es la que llega a
la raíz de la necesidad y es audaz en la visión que propone, por lo que
requiere capacidad para comunicarla. Para innovar hay que descubrir mientras se
innova las posibilidades y los límites, observando a la competencia y a otros
sectores.
La innovación es un proceso de cambio y un resultado,
pero no todo cambio es innovación. La organización innovadora lo promueve para
que ocurra como resultado recurrente la innovación.
Las políticas, estrategias y acciones son otra fuente
de la innovación al procurar innovaciones que crean ventajas competitivas. Se
trata de participar a la gente, reducir la burocracia, capacitar, buscar
talentos de adentro o de afuera, descentralizar el poder, lograr la
satisfacción en el trabajo, mayor comunicación y acceso a la información, rotar
a los individuos, delegar las decisiones y compartir beneficios. Si las
personas no tienen problemas a resolver, no desarrollan su creatividad.
Juguetear con la innovación como un amateur. El
profesional hace cuando le pagan, el amateur ama lo que hace, es la tarea del
jugador pequeño, un código abierto de la gente que trabaja por amor al arte
como los blogs personales o las web abiertas que se pueden modificar.
0 comentarios:
Publicar un comentario